Alfaminini y Sapiens Homo son dos monstruos roba-niñas y roba-niños que acechan a las Guayabitas. Se aparecen en los barrios, rondan cerca de sus casas y caminan con tranquilidad, camuflados entre los vecinos. Su poder más temible es convertirse en los menores: hablan y se ven como uno de ellos. Los invitan a jugar fingiendo ser amigos, para luego desaparecerlos. Los miedos dejan de ser simples pesadillas, fantasías o presentimientos nocturnos, y se vuelven realidad. Las calles se llenan de monstruos deformes y retorcidos que observan y persiguen a las niñas cuando salen de sus colegios. Los parques, las canchas, las cuadras y las esquinas se inundan de terror: los menores ya no están seguros. En Cali, los niños y, sobre todo, las niñas están siendo desaparecidas. Sus vidas se apagan poco a poco. Las Guayabitas y las Pulguitas nos hablan de sus temores, entre ellos, el más profundo: el miedo a no volver nunca a casa.